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Que es el enoturismo
También conocido como enoturismo, turismo del vino o viniturismo. Es el turismo de (o que incluya) degustación, consumo o compra de vino, muchas veces cerca de o en el origen de su producción.
A diferencia de otros tipos de turismo frecuentemente pasivo, el enoturismo puede implicar visitas a bodegas, degustación de vinos, paseos por viñedos o participación en la vendimia.
El turismo de vino te lleva a ver lo que hay detrás de las puertas de una bodega a través, normalmente, de visita guiada que permite acceder al interior de una bodega para conocer qué, cómo y por qué lo hacen, finalizando la visita con una deliciosa cata de vinos.
Estas visitas pueden ser parte de un pack junto con otras actividades culturales o de ocio como navegar, paseos a caballo, bicicleta, senderismo, etc. y armonizadas con la gastronomía.
Historia del Enoturismo
El enoturismo es una forma relativamente nueva de turismo. Su historia varía mucho de una región a otra, pero en lugares como Napa Valley AVA y Wine Country (California), experimentó un gran crecimiento una vez que se implementó un esfuerzo de marketing concertado en 1975 que recibió un impulso adicional con el Juicio de París de 1976 (Una conocida e histórica cata de vino en la capital parisina).
Otras regiones, como Cataluña, España, han comenzado a comercializar el enoturismo a mediados de la década de 2000, centrándose principalmente en este tipo de turismo cómo una forma alternativa de turismo a la playa por la que España es conocida en general.
También hubo un aumento en el perfil del enoturismo entre los angloparlantes con el estreno en 2004 de la película, Sideways, cuyos dos personajes centrales visitan bodegas y vinos en la región de Santa Bárbara del sur de California.
El Enoturismo en la actualidad
La industria en torno al enoturismo ha crecido significativamente a lo largo de la primera década del siglo XXI. En los Estados Unidos 27 millones de viajeros, o el 17% de los viajeros estadounidenses por placer, se dedican a actividades culinarias o relacionadas con el vino. En Italia, la cifra asciende a aproximadamente cinco millones de viajeros, generando 2.500 millones de euros de ingresos.
El «Día del Enoturismo» se celebra el segundo domingo de noviembre de cada año para promover las visitas a las bodegas en Alemania, Austria, Eslovenia, España, Francia, Grecia, Hungría, Italia y Portugal. En Norteamérica se estableció el primer Día del Enoturismo para el 11 de mayo de 2013 con eventos programados en todo el continente.
Chile ha hecho crecer su industria enoturística en los últimos años, con la apertura de varias rutas turísticas en todo el país, y varias de ellas ofrecen alojamiento durante la noche.
Sula Vineyard, Samba Wine, Samba Wine y Chateau d’Ori en Nasik, Maharashtra, Chateau Indage Narayangaon, así como Grover Vineyard en Nandi Hills, Karnataka son algunos de los destinos de enoturismo más populares de la India. El famoso Winefest se lleva a cabo en Sula, en febrero de cada año. Diez mil personas visitan cada año este famoso carnaval del vino.
Por su parte, el transporte aéreo se ha vuelto más asequible y lo que nos ha ayudado a viajar con más frecuencia y más lejos que nunca, llegando a lugares donde solo soñábamos ir en general, y a disfrutar de experiencias de enoturismo en particular.
Al mismo tiempo, el vino ha aparecido repentinamente como invitado en todas partes donde el vino asequible de buena calidad está al alcance de la mano dondequiera que vayamos, con especial mención a la excelente calidad precio del vino español.
El vino no es solo una bebida, sino parte de la cultura de un gran número de civilizaciones. El vino se ha vuelto más accesible y disponible gracias a las TIC. En este sentido, las redes sociales nos han ayudado a aprender más sobre vinos tranquilos, vinos espumosos y fortificados gracias a multitud de webs, blogs, perfiles en redes sociales, comunidades de aficionados al vino y a la gastronomía, etc.
Cómo viajeros o turistas, queremos mantenernos alejados de nuestra ajetreada vida diaria, deseando volver a la esencia cuando visitamos un nuevo lugar, viendo cómo viven los lugareños, saboreando lo que comen y beben, y haciendo lo que hacen («Donde fueres haz lo que vieres»). En resumen, queremos experimentar lo que significa ser local de otro país y un tour del vino puede darnos un muy buen punto de partida de varias cuestiones.
La curiosidad por aprender más sobre el vino, ha provocado el nacimiento de una creciente tendencia hacia el enoturismo, queriendo visitar aquellos lugares donde se elabora el vino. Destacando el hecho de que un gran número de bodegas hayan abierto sus puertas con el único objetivo de compartir con el público general, qué hacen y por qué lo hacen y todo fácilmente explicado en una visita guiada del vino.
Dependiendo de la ubicación y lo cerca que se esté de una región vinícola, tú decides si visitar 2 o 3 bodegas en un día. En términos generales, las bodegas abren durante la mañana, pero solo unas pocas por la tarde, así que planifica con anticipación y reserva suficiente tiempo en cada bodega.
Las visitas guiadas a las bodegas están destinadas a ser una experiencia agradable para recordar en lugar de algo estresado y masificado destinado a visitar tantas bodegas como sea posible en un solo día, lo que frustraría el propósito de la experiencia.
Durante la visita, el guía explicará la historia de la bodega y cómo llegó a lo que es hoy. También mencionan las uvas con las que trabajan y por qué, paseando por viñedos en algunos casos, visitando sus salas de crianza en barrica y degustando una gama de vinos diferentes.
El enoturismo también nos permite comprar vinos de producción local que normalmente serían difíciles de encontrar en un supermercado, ya sea comprando algunas botellas o enviando cajas a casa; teniendo en cuenta que se prefiere evitar los envíos en horario de verano, para conservar la temperatura de las botellas en las mejores condiciones.
Consejos para realizar enoturismo
- Planifica con anticipación, consulta mapas y distancias, visita los sitios web de las bodegas o busca operadores turísticos enológicos.
- Decidir el horario con posibles fechas de visita y duración.
- Elije si mezclar la visita con una actividad de ocio (esto lo convierte en una combinación fabulosa) o simplemente visitar las bodegas.
- Vístete de forma acorde, está visitando la casa de alguien.
- Relájate y disfruta, alguien ha diseñado una experiencia y se está tomando el tiempo en que la disfrutes.
La próxima vez que viajes, considera la posibilidad de hacer enoturismo y realizar visitas a bodegas durante tu viaje al extranjero, programando preferentemente estas citas con anticipación, ya sea directamente con las bodegas o mediante tour operadores enológicos, que pueden organizar una visita privilegiada.
Actividades
La mayoría de las visitas a las bodegas se realizan cerca o en el propio lugar donde se produce el vino. Los visitantes generalmente aprenden la historia de la bodega, ven cómo se elabora el vino y luego los prueban en una cata o degustación. En algunas bodegas, también se ofrece hospedaje y alojamiento en una pequeña casa de huéspedes en la bodega. Muchos visitantes compran los vinos elaborados por la bodega en las instalaciones, representando hasta el 33% de sus ventas anuales.
Regiones pequeñas y de baja producción, como el Priorat en Cataluña, se centran en visitas pequeñas e íntimas con el propietario como anfitrión e incluyen paseos por los viñedos para ayudar a los visitantes a comprender las cualidades únicas de la región.
Las catas más elaboradas pueden incluir degustaciones horizontales y verticales, así como comidas completas centradas en la exhibición de los vinos.
A medida que la industria del enoturismo madura, se han añadido actividades adicionales a las visitas, como paseos en bicicletas asistidas eléctricamente.
Futuro del enoturismo
La mayoría de las agencias de turismo lo ven como un segmento de la industria con un enorme potencial de crecimiento, y afirman que en algunas regiones solo funciona al 20% de su potencial total.
A medida que crece el enoturismo, regiones como el Valle de Napa tienen que lidiar con el éxito continuo y los efectos que lo acompañan, como multitudes y mayores tarifas en las salas de degustación, lo que a su vez puede tener el efecto contrario deseado en el que los visitantes potenciales son rechazados y se alejan del enoturismo.