Uno de los defectos más comunes en el vino es el corcho. En sentido suele decirse que el vino está acorchado. Los franceses, llaman a este defecto «bouchonné».
En este artículo desgranaremos varias cuestiones en torno a esta situación poco deseable y qué hacer en estos casos.
El vino tapado con sabor a corcho, o el vino que se ha visto afectado por el olor del corcho, se encuentra en alrededor del cinco por ciento de las botellas cerradas con corcho. Eso significa que si eres un ávido bebedor de vino, es probable que te encuentres con una botella o dos con sabor a corcho en tu vida. A continuación, se indica cómo saber si su botella de vino tiene sabor a corcho y qué hacer si sucede.
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Qué NO es un vino acorchado
Comencemos con lo que no es vino con sabor a corcho:
- No son los trozos de corcho que flotan alrededor de su vino o un corcho cubierto de pequeños cristales blancos. Estos cristales, que se denominan tartrato, son un subproducto natural de algunos vinos y son totalmente inofensivos.
- Tampoco se puede saber si un vino tiene sabor a corcho por oler el corcho mismo.
- Otro dato divertido es que si la botella que abrió usó un tapón de rosca o corcho sintético para formar el sello, no se tendrá sabor a corcho.
¿Cómo adquiere el vino el sabor a corcho?
El corcho es un producto natural derivado de los árboles, lo que significa que, independientemente de las prácticas de saneamiento, siempre habrá algunas bacterias en sus poros. Ya sea que lo desinfecte o no, siempre tendrá algo allí.
La contaminación del corcho es lo que ocurre cuando se produce una reacción enzimática entre el clorofenol, un defecto que puede ocurrir naturalmente dentro del corcho, y los hongos. Cuando estas sustancias interactúan, crean un compuesto llamado TCA.
Cuando este compuesto químico entra en contacto con el vino en el aire, destruye sus aromas. No permitirá que tu nariz huela ninguna de las frutas de las que se elabora el vino. En cambio, olerías un olor a humedad muy extraño y terroso.
Algunas personas comparan el aroma con el de un periódico mojado o un sótano mohoso, mientras que otras creen que huele a perro mojado.
Si bien muchos creen que el TCA afecta los compuestos físicos de un vino, algunos científicos están empezando a creer que en realidad bloquea nuestra capacidad para oler la fruta. El compuesto realmente afecta nuestro cerebro.
Cómo saber si tu vino está acorchado
Si nunca antes ha olido un vino con sabor a corcho, puede ser muy difícil saber si su vino tiene sabor a corcho o no. Pero, una vez que hayas olido un vino con sabor a corcho, nunca más lo olvidarás.
Sin embargo, una forma de descifrar si un vino tiene sabor a corcho es olerlo y probarlo y tratar de distinguir las notas que esperas de ese estilo de vino. Si un vino normalmente huele a fruta, pero no captas ninguna nota de fruta, puedes estar bastante seguro de que algo no va bien.
Se sugiere que la mejor manera de aprender sobre los aromas y sabores de un vino con sabor a corcho es probar un vino con sabor a corcho.
Qué hacer si tu vino tiene sabor a corcho
Primero, es importante saber que beber vino con sabor a corcho no te hará daño y es que lo único venenoso en el vino es el alcohol… Además, el alcohol en el vino mataría cualquier bacteria que pudiera ser potencialmente dañina para nuestro cuerpo. De modo que por ese lado, tranquil@.
Aún así, si un vino que pides resulta con sabor a corcho, no tienes que sonreír y soportarlo. Tienes todo el derecho a devolverlo. Si su bistec no se cocinó correctamente, ¿no lo devolverías?.
Además, los restaurantes tienden añaden márgenes de hasta el 200% al vino y seguro que tu distribuidor cuenta con que se le devolverán algunas botellas por defectos del vino, así como la bodega. En resumen, es TOTALMENTE legítimo devolver una botella de vino acorchado.
Si quieres evitar el vino con sabor a corcho por completo, la única forma infalible es evitar el corcho…
En el caso de las botellas con tapón de rosca por ejemplo, solamente podrá tener ese fallo, si durante el proceso de embotellado, algunas bacterias se introdujeron en el borde del vidrio antes de que se instalara el tapón. De hecho, la contaminación del corcho es la razón por la que el tapón de rosca se introdujo en el mundo del vino en primer lugar (anteriormente se usaba exclusivamente para bebidas espirituosas).
A dia de hoy, más del 30 por ciento de los vinos del mundo se venden con tapones de rosca, lo que significa que no es imposible evitar el vino cerrado con corcho. Pero recuerda, las estadísticas dicen que solo obtendrá una botella con sabor a corcho una de cada 20 veces; también puede utilizar esos casos como experiencias de aprendizaje y pasar al siguiente.
Método de análisis Rápido de TCA
Para aquéll@s que os interese un enfoque técnico (químico) del asunto, te dejo este vídeo: